La postura es la relación entre el cuerpo de la madre y su bebé mientras toma el pecho. Una buena postura propicia un buen agarre.
A continuación te damos una serie de claves para conseguir una buena postura en la lactancia:
- Estoy cómoda: Vas a pasar muchas horas amamantando a tu bebé así que es importante estar cómoda durante la toma. Amamantar en postura reclinada puede ayudarte mucho, especialmente en las primeras semanas, pero sea cual sea tu postura es importante que estés cómoda desde el principio, sin posturas forzadas. Si tú estás cómoda permanecerás cómoda toda la toma y es muy posible que tu bebé también lo esté. Puedes ayudarte de cojines (no tienen por qué ser cojines especiales), almohadas o simplemente de ese sofá estupendo que tienes en casa.
- Mi bebé puede acceder al pecho fácilmente: Muchas veces tenemos varias capas de ropa dificultando el acceso del bebé al pecho. Los camisones de hospital que se abren en la espalda, la ropa especial para lactancia que deje solo un pequeño hueco libre, los sujetadores de lactancia que no permitan apertura total o incluso tus propios dedos, pueden hacer que tu bebé se encuentre con obstáculos mientras se intenta agarrar. Es muy importante que el pezón y toda la areola estén libres y tu bebé pueda acceder a ellos sin problema.
- Mi bebé está estable: Cuando los bebés están estables empiezan a desplegar todos sus instintos, en cambio si están inestables no se concentrarán en agarrarse bien al pecho sino en «no caerse» y es posible que solo se cuelguen del pecho. La postura reclinada con tu bebé sobre ti le aporta toda la estabilidad que necesita, pero también puedes probar más adelante con otras posturas siempre recordando que tu bebé esté bien estable.
- Mi bebé tiene libertad de movimientos: Además de estar estable, nuestro bebé necesita poder moverse con facilidad, especialmente su cabecita. Es muy importante que nada esté impidiendo que nuestra bebé pueda encontrar la mejor manera de agarrarse o que no pueda soltarse del pecho si así lo desea. Si queremos sostener a nuestro bebé podemos hacerlo de su espalda o de la base de su cabeza, pero si ponemos nuestra mano detrás de la cabeza, nuestro bebé querrá separarse del pecho inmediatamente.